lunes, 12 de abril de 2010

Palm pasó, y no la vimos

Sobre aquello que las barreras de accesibilidad no nos dejaron conocer Bloomberg.
Existe una serie de entornos e interfases que nunca llegamos a conocer ni a probar debido al consabido problema de accesibilidad. ahora no se me ocurren todos los nombres, pero pensemos en el Windows 95, las Macintosh de apple, o el navegador Netscape.
Lo cierto es que tenemos una importante galería de entornos tecnológicos que nunca llegamos a conocer, y hoy mismo hay otro tanto, que muy probablemente no lleguemos a conocer, por causa de la inaccesibilidad en sus interfases. Uno que se me ocurre hoy, es el navegador Chrome de Google.
Consigno a continuación una larga reseña sobre lo que fue, y tuvo este dispositivo Palm, que hoy llega a su fin. Ya fue, no va más. Posiblemente alguna gran compañía de hardware la termine comprando, y en adelante solo conozcamos ténues reflejos de lo que alguna vez fue este dispositivo muy utilizado por los manager topp de principios de siglo. Les dejo la reseña de ArturoGoga:
ha muerto. de Arturo
arturogoga - tecnologia para todos
Marco interno 2: Sin título: 300/250.
En realidad, todavía no, pero Mashable reporta que ahora, dado los problemas financieros (y porque, al final, Palm Pré no tuvo el efecto esperado), Palm está buscando compradores. Lo cierto, sin embargo, es que Palm, como la conocimos, ya no existe.
Es hora de darle un vistazo a lo que nos trajo, y lo que podemos esperar del futuro de esta (alguna vez) amada marca.
Siempre recordaré a Palm con cariño, pase lo que pase. Antes de toda esta onda de smartphones, donde Palm quiso regresar al juego con un producto que quizás llegó demasiado tarde, Palm fue Rey.
Innovando en el campo de los asistentes personales digitales (alias PDA), Palm supo ganarse no sólo el bolsillo -literalmente - de cientos de miles de fanáticos a la tecnología y empresarios, sino también sus corazones.
A pesar de carecer de internet, ser "single taskers", incapaces de correr más de una aplicación a la vez (les recuerda a algo?) y tener pantallas monocromáticas, el momento en que tuve mis manos por primera vez en una Palm III (de segunda) a finales del anterior milenio, supe que por ahí estaba el futuro.
Lamentablemente, esa Palm III me duró poco. Al parecer, lo único que su anterior dueño había cuidado, era la parte exterior. Todos los técnicos que lo vieron en aquella época se limitaban a observarla, levantar la mirada, y negar con la cabeza.
[palm3z1.]
Pero eso no significa que me diera por vencido con las PDAs. Porque verán, una vez que empiezas a usar una, es difícil detenerse. Papel? Quién lo necesita? Al poco tiempo, reemplacé ese vacío con una Franklin eBookman, que me parece haber mencionado en el blog en el pasado. (EDIT: así es, pero lo mencioné en el foro!).
La era de los eBooks
Este PDA - de una compañía que ahora se dedica, principalmente, a crear traductores electrónicos - me abrió los ojos hacia los eBooks. Gracias a la magia de una aplicación llamada MobiPocket (que sigue existiendo, por cierto), a una pantalla más grande, y a Internet, podía tener acceso a miles de libros, por los que vanamente preguntaba, ansioso, cada fin de semana en librerías locales. Esto lo reflejé en este tutorial: Ebooks: Como descargar miles de libros gratis, y fue quizás uno de los primeros artículos que escribí en este blog con un tono más a tutorial (tono que prácticamente se ha apoderado del website).
Los PDAs, al parecer, no eran mi fuerte. Este Franklin eBookMan me duró incluso menos que el Palm III; al parecer, cierta tienda -que no mencionaré por aquí - trajo puros dispositivos malogrados. En el transcurso de 6 meses, la tienda tuvo que cambiarme el eBookMan un total de 3 veces; ninguno parecía durar.
Sin embargo, el daño estaba hecho. Desde entonces, creo que el 80% de lectura (por entretenimiento, era más difícil en ese entonces encontrar libros de los cursos que llevaba de manera electrónica), lo hacía en uno de estos aparatos. Hoy en día, diría que probablemente es el 95%. Era una época extraña para leer eBooks; no existían Kindles, ni tiendas gigantes con eBooks como Amazon. Y sin embargo, supe que ya no podría mirar hacia atrás.
La mejor Palm de todas
[m515-a.]
No pasaría mucho tiempo para que, cansado del EbookMan, decidiera regresar a Palm. El motivo de mi regreso? Pantallas a color. Atrás quedaban los días de ver una pantalla verde por horas, reemplazadas por gloriosos 160×160 pixeles con miles de colores, y con 33 Mhz de velocidad. Esta, la Palm m130, me acompañó por mucho, mucho tiempo.
La m130 también fue la culpable de hacerme gastar la mayor cantidad de dinero en una tarjeta de memoria; era una MMC, precursoras a las tarjetas SD. Pagué alrededor de $130 por 64 Megabytes de memoria. Pero teniendo en cuenta que la m130 venía con 2, y teniendo en cuenta que la colección de libros (y juegos, por supuesto), iba creciendo, la consideré una "inversión".
Con la m130 también descubrí muchas aplicaciones que me ayudaron bastante durante la universidad; era la encargada de recordarme horarios de clase. Podía sincronizar mis documentos de Office (Office en mi bolsillo!) con DocsToGo, recordar tareas con una genial aplicación llamada "The Dog Ate It" -el perro se lo comió- , apuntar nuevos teléfonos y direcciones, y muchísimo más. Por supuesto, la m130 también me ayudó a aguantar las infinitas horas libres que tenía entre clase y clase.
Fue, en todo sentido de la palabra, un verdadero asistente digital personal, y junto con el EbookMan, que me presentó a los eBooks, está entre mis dispositivos favoritos.
El fin de una era
[palm treo 600.]
Después de la m130 pasé por algunos otros modelos de Palm; una M505 que era básicamente lo mismo, pero con una mejor pantalla y más memoria, y tuve brevemente un Treo 600 (un teléfono en mi PDA? Para qué voy a querer algo así?)
Pero poco a poco, fui familiarizándome también con las "otras" PDAs; las PocketPC de Microsoft. Al principio, el sistema operativo de Microsoft parecía ser el típico "chico nuevo"; bastante entusiasta, pero con poco que ofrecer. Windows Mobile no me convenció mucho. Con pobre batería, bastante más lento a pesar de tener un procesador muchísimo más rápido, la verdad es que ofrecía pocos argumentos para convencer a alguien.
Sin embargo, Windows Mobile fue evolucionando, mientras que Palm, simplemente, se estancó. Microsoft fue mejorando constantemente su sistema operativo y Palm seguía con la misma interfaz, mismas características, de años pasados. Durante el 2000, Palm separó sus divisiones de software y hardware, PalmSource y PalmOne y, sinceramente, les perdí el rastro.
Tuvieron varios problemas administrativos, productos que nunca vieron la luz (el Foleo, una netbook, antes que las netbooks se pusieran de moda) y lentamente, fueron desapareciendo del mercado.
El mercado, por supuesto, siguió avanzando; los PDAs como tales desaparecieron por completo, reemplazados por Smartphones, teléfonos inteligentes, capaces de hacer todo lo que la Palm hacía, y mucho más.
La última opción
[palm-pre-rm-ces-main-600.]
Cuando Palm anunció el Palm Pre, a inicios del año pasado, debo admitir que me emocioné.
Cuando llegaron las reseñas, las esperanzas de que Palm resurgiera y se volviese un importante y potencial competidor, eran altas. Todos los críticos alababan a WebOS, el nuevo sistema operativo y, a pesar de algunas quejas con el hardware, la reacción era positiva.
El público, sin embargo, poco caso les hizo. Quizás fue un error amarrarse tanto con un sólo proveedor (que, además, es uno de los más pequeños en Estados Unidos). Quizás el error estaba en no lanzar el teléfono "liberado", como acostumbra hacer Nokia con muchos de sus teléfonos. Quizás el error estuvo en no lanzar el SDK a tiempo, para que miles de desarrolladores empezaran a lanzar aplicaciones para el Marketplace del Pré. Quizás el error estuvo en no aparecer en mercados internacionales, mientras tuvo sus 15 minutos de fama. Quizás el error fue lanzar comerciales como estos, que no convencieron a nadie:
[YouTube Video]
Lo cierto es que el Palm Pré, a pesar de todas las ventajas que parecía ofrecer con ese innovador sistema operativo, pasó totalmente desapercibido.
El futuro de Palm
Sin embargo, no todo está perdido. Como lo anuncia Bloomberg, Palm podría ser comprada por alguna otra compañía, con similares intereses, una compañía que comparta la misma visión y que aprecie lo que Palm puede traer a la mesa, que es, principalmente, un buen sistema operativo. Según Bloomberg, tanto HTC, como Lenovo, e incluso Dell, están interesados y podríamos ver ofertas durante las próximas semanas.
Sin embargo, Palm, como alguna vez la conocimos, está muerta. Así que simplemente quise dedicarle este artículo a una compañía que innovó e impulsó el mercado de los dispositivos portátiles, una marca que nos hizo ver, pues, hacía donde se dirigían las cosas; diez años atrás.

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