La joven se halla frente al panel, lleno de teclas en el que una pantalla parece desafiarla y para lo cual no tiene respuestas inmediatas. En condiciones normales, tendría que realizar alguna rutina en tiempo corto, pues habrán personas en cola detrás de ella esperando su turno para realizar sus propias rutinas. Aquí, en este caso, la joven no tiene esa prisa y lo intentará todas las veces que desee hasta completar la rutina y le resulte familiar.
Es la idea que está detrás d una experiencia más que interesante que vienen desarrollando en Australia con jóvenes con alguna discapacidad para afinar su desempeño en entornos desafiantes. La Fundación Deavor en alianza con la Universidad de Tecnología de Queensland, vienen aplicando esta experiencia de educación inclusiva echando mano de los soportes de la realidd virtual.
Se han usado, entre otros gadgets, los famosos auriculares 'Oculus Rift VR', muy difundidos entre la comunidad gamer de alta performance.
La experiencia se orienta fundamentalmente a la preparación laboral a personas que por la discapacidad pueden familiarizarse con el entorno, con el ambiente al que se verán expuestos en el trabajo. El entorno controlado les permitirá afinar sus respuestas y el estrés propio del entorno real, en este caso desde un ambiente controlado.
Tecnología para fines de inclusión y experiencias educativas se suman aquí para abrir oportunidades a personas, especialmente jóvenes, que por lo general se ven sometidos a los vaivenes de lo real sin mayores recursos ni el soporte mínimos.
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